divendres, 22 de maig del 2009

Obra maestra de la ácida y epiléptica vida de Ian Curtis


Película: Control.
Dirección: Anton Corbijn.

Intérpretes: Sam Riley, Samantha Morton, Alexandra Maria Lara, Joe Anderson, James Anthony Pearson, Harry Treadaway, Craig Parkinson, Toby Kebbell, Andrew Sheridan, Robert Shelly.

Género: Biográfico. Reino Unido, 2007.
Estreno en España: 08/04/2009
Duración: 122 min.



Ian Curtis, líder de Joy Division, se suicidaba el mismo año que yo nacía. Era el 1980 y la banda se había convertido, sin saberlo, en uno de los máximos representantes del sonido de Manchester, a finales de los 70. Empezaban a formar parte de la leyenda del post-punk del Reino Unido. Ahora la podemos conocer gracias a 'Control', la película que muestra de manera colosal la ácida y epiléptica vida de Curtis.

Con tan solo escuchar de nuevo la recreación en directo de temas como "Transmission" o "Love will tear us apart" , le merece la pena hasta a un ciego pagar para disfrutar del filme dirigido por Antón Corbijn. El fotógrafo holandés retrató en varias ocasiones a Curtis con el resto del grupo (Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris). Su testimonio privilegiado y las dos horas en blanco y negro de la película muestran la vida de un personaje pesimista y enigmático como fue el cabecilla de Joy Division.

Muchas son las dudas que giran en torno a la vida de Ian Curtis. El filme desvela algunas de ellas como, por ejemplo, si era o no un buen padre y esposo. Por el contrario, quedan sin resolver algunos misterios sobre la supuesta homosexualidad de Curtis o los guiños de la banda al régimen nazi. Cabe recordar que Joy Division era el nombre con el que se apodava una división nazi que utilizaba a las mujeres judías en los campos de concentración como esclavas sexuales. Aunque la película no aclara la duda, la banda siempre desmintió esta estúpida acusación.

El desconocido actor Sam Riley da vida de manera magistral a Curtis. Y es que imitar los bailes del mentor de Joy Division se presentaba como un reto muy difícil de asumir para cualquiera. Su parecido asombroso y los bailes epilépticos de Riley, ayudan a dar el realismo necesario para caracterizar de manera formidable al protagonista de este biopic.

'Control' se presenta como una película de culto para los incondicionales, como servidor, de Joy Division. Afianzo esta afirmación gracias a uno de los mejores momentos de la cinta: la escena en la que Curtis y su banda graban la canción "She lost control" utilizando un spray como instrumento. Un documento fantástico para recordar la época anterior a los actuales y técnicamente mejorados estudios de grabación que, en la actualidad, han logrado que hasta "Enriquito Iglesias" pueda publicar compactos.

Y Rob Gretton, ex manager del grupo, también añade ese plus de encanto fílmico propio de la estética de la década de finales de los 70. Sus gafas, su pelo y sus ansias por ganar dinero, bien merecerían un momento Celebrities de la serie canalla de TVE, "Muchachada Nui". Y no lo digo, ni mucho menos, en un tono despectivo o negativo. Todo lo contrario. Gretton es un personaje que gusta y, además, ayuda a comprender la realidad histórica del trabajo de los managers musicales.

Gracias a Anton Corbijn, el legado musical de Joy Division revive. Lástima que el estreno en España de la película no haya tenido el éxito en taquilla que se merece el apoteósico personaje de Ian Curtis.